Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la primera causa de morbimortalidad en España. En los países industrializados, entre el 15-20% de la población activa sufre un trastorno cardiovascular a lo largo de su vida.
Distintos factores de riesgo confluyen en un mismo individuo, haciendo un efecto potenciador del riesgo, que aumenta la necesidad de implantar un plan
preventivo que actúe sobre aquellos factores modificables.
Se denomina riesgo cardiovascular a la probabilidad de presentar una ECV en un periodo de tiempo determinado (5-10 años).Los factores de riesgo cardiovascular se pueden dividir en diferentes categorías, siendo la más práctica en educación para la Salud la división en factores de riesgo modificables o no modificables:
- NO MODIFICABLES: son aquellos innatos a la persona y sobre los que no podemos actuar. Sexo, edad, herencia genética.
- MODIFICABLES: son los factores susceptibles de cambio, pudiendo actuar de forma directa en la aparición de las ECV (niveles de colesterol, tabaquismo, hipertensión, tipo de alimentación) o de forma indirecta (sedentarismo, obesidad, estrés, anticonceptivos orales).
Viendo la lista de factores de riesgo cardiovascular, observamos que sobre gran cantidad de ellos podemos influir, provocando un cambio de hábitos y de estilo de vida:
- TABACO. Muy relevante su acción en enfermedades de tipo isquémico como el infarto agudo de miocardio. Dejar de fumar, además de mejorar nuestro estado de salud en general, favorece la reducción del riesgo cardiovascular y de la aparición de enfermedades relacionadas.
- COLESTEROL. No sólo debemos mantener nuestras cifras de colesterol total en sus niveles óptimos, si no que debemos prestar atención a los niveles de HDL y LDL. Se ha demostrado que niveles altos de HDL colesterol y bajos de LDL colesterol retrasan la aparición o producen regresión de lesiones ateroescleróticas.
- HTA. La prevencón de la hipertensión arterial se basa en el control de los factores de riesgo, mediante la promoción de un estilo de vida saludable: consumo de alimentos vegetales, reducir consumo de carnes, embutidos, precocinados, etc, ingesta moderada de sal, abandono de tabaco, peso óptimo, realización de actividad física regular, etc.
- SEDENTARISMO. Ya hemos hablado de la necesidad de realizar ejercicico físico en multitud de ocasiones. El ejercicio, por sí solo, no mejora el riesgo cardiovascular, pero sí mejora múltiples factores de riesgo asociado: evita el sobrepeso, reduce los niveles de colesterol sanguíneo, mantienes los niveles de tensión arterial dentro de la normalidad, reduce las cifras de glucemia, etc. Es suficiente un ejercicio físico regular de al menos 30 minutos, alrededor de 5-7 veces por semana.
En definitiva, para mejorar nuestra salud cardiovascular, debemos adoptar hábitos de vida saludable mediante dieta adecuada, ejercicio físico regular y abandono de hábitos tóxicos.
Foto: photo credit: <a href="http://www.flickr.com/photos/catikaoe/224422244/">* Cati Kaoe *</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/2.0/">cc</a>
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