En la actualidad existe un interés creciente por todo lo
relacionado con la fibra dietética. Sin embargo, las ventajas de las dietas
ricas en fibra se conocen desde antiguo. Como curiosidad, en el “papiro de
Ebers” escrito en el año 1550
a .C. se recomienda una dieta rica en fruta, dátiles y nueces para el tratamiento de problemas
intestinales.
Vamos a conocer qué es la fibra dietética, cuál es su
función y dónde podemos encontrarla.
La
fibra dietética la constituyen un conjunto de componentes de origen vegetal que
podemos encontrar en los cereales, verduras, legumbres y frutas, que no pueden
digerirse por el aparato digestivo por falta de las enzimas adecuadas para ello.
Se puede diferenciar entre:
Fibra insoluble, que es aquella que no puede ser disuelta por el agua, es
escasamente degradada por las bacterias del colon y por lo tanto se excreta prácticamente
íntegra. Como consecuencia, aumenta la masa fecal (que es más blanda) y los movimientos intestinales, por lo que se
usa en el tratamiento del estreñimiento. Se encuentra principalmente en la
cubierta de los cereales, por lo que estos deben ser consumidos en su forma
integral. También en las legumbres y en menos medida en frutas y verduras.
A diferencia de la fibra soluble que sí puede ser disuelta en agua, pero debida
a su elevada fermentabilidad, su principal acción es antidiarreica. Esta fibra
retarda el vaciamiento gástrico, el tránsito intestinal y reduce la absorción
de grasas, entre ellas el colesterol. También evita el aumento del nivel de
glucosa en sangre, al retrasar la absorción de los hidratos de carbono. Se
encuentra básicamente en frutas, legumbres y cereales.
El
consumo de fibra en la dieta occidental se sitúa entre 25 y 30 gramos al día y sus
beneficios son varios, como en pacientes diabéticos en los que la fibra soluble
principalmente mejora el control de la concentración de glucosa en el plasma
sanguíneo.
Muy útiles
en el tratamiento de problemas intestinales, se considera un factor de prevención
del cáncer de colon.
Además,
se emplean en el tratamiento de la obesidad al aportar pocas calorías, producir
saciedad y mejorar el estreñimiento.
Diversos
estudios demuestran que el consumo adecuado de fibra soluble disminuye los
niveles en sangre de colesterol, por lo que sirve de ayuda en los tratamientos
de pacientes con hipercolesterolemia.
A pesar
de ello no se debe abusar en el consumo de fibra ya que puede ocasionar
problemas en la absorción de proteínas, enlentecer la digestión de los
alimentos, producir flatulencias, etc.
Foto: photo credit: <a href="http://www.flickr.com/photos/_sk/3643658623/">PetitPlat - Stephanie Kilgast</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/">cc</a>
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