6 de octubre de 2014

Uso adecuado de los antibióticos

En 1929 Alexander Fleming con el descubrimiento de la penicilina sentó las bases de los antibióticos en la vida moderna. Desde el comienzo de su uso en los años cuarenta hasta la actualidad, muchos han sido los avances terapéuticos en el tratamiento de las enfermedades infecciosas.
Los antibióticos son medicamentos potentes destinados a combatir las infecciones de origen bacteriano.  La mayor parte del consumo de antibióticos en España (cerca del 90%) se produce en el ámbito extrahospitalario, siendo la causa más frecuente el tratamiento de infecciones respiratorias. Sin embargo, un mal uso de estos medicamentos puede provocar que estos pierdan eficacia en el futuro y traer consecuencias negativas en nuestro organismo. 

CONSECUENCIAS DEL MAL USO DE ANTIBIÓTICOS
  • Cuando empleamos antibióticos para tratar una infección bacteriana, nuestra flora intestinal y respiratoria sufre de manera importante, pudiendo aparecer otras infecciones oportunistas (hongos). Si empleamos antibióticos para tratar una infección vírica, destruimos bacterias sensibles que son beneficiosas para nuestro cuerpo, además de crear resistencias bacterianas. Los antibióticos son totalmente ineficaces en el tratamiento de infecciones víricas. 
  • Otro consumo inadecuado de antibióticos es el relacionado con el tiempo necesario de actuación. Muchas veces, el paciente suspende el tratamiento cuando desaparecen los síntomas, lo cual suele suceder con las primeras dosis. Es necesario completar la pauta completa del tratamiento dado para evitar que las bacterias se hagan resistentes. 
  • A veces se administran dosis insuficientes. Cada antibiótico funciona en nuestro organismo de una manera diferente, lo que implica un número de dosis distintas y con intervalos de tiempos diferentes. Debemos prestar atención a la posología indicada por el médico y seguir las instrucciones al pie de la letra.
  • Un mal uso del antibiótico realizado por parte de los profesionales de la Salud es el empleo de antibióticos de amplio espectro cuando no están indicados. Debemos emplear el antibiótico más adecuado para cada infección,  siempre que sea posible. 
Cartel de la campaña del Ministerio de Sanidad y Consumo

En conclusión, los antibióticos sólo deben ser tomados bajo prescripción médica y no deben ser dispensados en las farmacias sin receta. Los pacientes debemos cumplir el tratamiento indicado tomándolo a las horas indicadas, en las dosis correctas y los días necesarios

Foto: MSN


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