29 de noviembre de 2013

Las vacunas en el adulto

Estamos al día y nos sabemos de memoria los calendarios de vacunación infantil cuando tenemos niños en casa. Sin embargo, una vez que crecemos, nos olvidamos de la importancia que tienen las vacunas en la edad adulta.
Las vacunas son medicamentos que aplicados a personas sanas provocan generación de defensas específicas contra diversas enfermedades. Aunque los niños son los que reciben la mayoría de las vacunas, los adultos también necesitan protegerse mediante la vacunación frente a gérmenes como los del tétanos, la difteria, el neumococo y/o la gripe que son causa de enfermedades, en muchos casos mas graves incluso que en edades infantiles. Vamos a conocer las distintas vacunas recomendadas en la edad adulta.
Las vacunas en la edad adulta son también muy importantes

TÉTANOS-DIFTERIA
Cuando somos adultos es necesario revacunarnos contra los agentes infecciosos causantes del tétanos y la difteria. Se debería poner un recuerdo de la vacuna cada diez años, hasta un máximos de 5 dosis. Si fuimos vacunados correctamente en la infancia, la edad de inicio del primer recuerdo vacunal es a los 24 años. Si ya hemos sobrepasado esa edad o desconocemos nuestro estado vacunal previo, es necesario poner tres dosis de vacuna: una inicial, otra al mes y una tercera dosis al año; después es suficiente con recuerdos cada diez años. El tétanos sigue siendo una enfermedad latente y aunque infrecuente, sus consecuencias son muy graves. Debe estar vacunada la población general, ya que cualquier herida puede suponer la puerta de entrada del agente infeccioso (no sólo heridas provocadas con hierros oxidados).

GRIPE
Aunque es una enfermedad bastante frecuente, no debemos de minimizar sus efectos, sobretodo en ciertos colectivos. La vacunación es anual y está aconsejado en personas mayores, inmundeprimidos, cuidadores y embarazadas. ya hablamos más detenidamente de esta vacuna en este post.

NEUMOCOCO
El neumococo es una bacteria responsable de algunas infecciones como neumonía, meningitis bacteriana y sepsis en casos más graves. La vía de transmisión de la enfermedad es aérea como la gripe. Aparte de las medidas higiénicas para evitar la propagación de la enfermedad contamos con la vacuna antineumocócica para reducir sus efectos. Debe ser administrada a todos los mayores de 65 años y a mayores de 50 años con inmunosupresión de algún tipo. No está indicada en embarazadas por desconocerse sus efectos, así que se debe seguir consejo del médico en situaciones especiales. Se trata de una vacuna de dosis única.

RUBEOLA
Se trata de una enfermedad vírica típicamente infantil pero que también puede darse en adultos. La enfermedad en sí misma no es grave cursando con síntomas como cuadro catarral, fiebre discreta y erupción cutánea. La peligrosidad de la enfermedad se produce cuando es contraída por una mujer embarazada ya que puede provocar aborto o malformaciones embrionarias. Por lo mismo todas las mujeres en edad fértil deberían estar protegidas frente a este agente infeccioso y comprobarlo antes de planificar el embarazo. La vacuna existente es la triple vírica que protege además frente a sarampión y parotiditis y que actualmente reciben todos los niños en el calendario de vacunación infantil. 


Existen más vacunas dirigidas al adulto, pero estas cuatro son las recomendadas para la población en general. Más adelante podemos hablar de vacunas dirigidas a colectivos especiales. 


Foto: photo credit: <a href="http://www.flickr.com/photos/alvi2047/3483848619/">@alviseni</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="http://creativecommons.org/licenses/by/2.0/">cc</a>

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